La ruleta es el juego preferido por los usuarios de casinos online debido a sus reglas simples y un margen para la casa relativamente bajo. Esta sencillez del reglamento de la ruleta y este escaso margen de beneficios de la banca ha hecho que muchos se planteen si sería posible vencer al casino utilizando un sistema de juego de ruleta.
Los sistemas de ruleta son extremadamente populares entre los jugadores habituales, y siempre hay quien afirma tener uno que le permite ganar de manera constante. Esto es poco creíble, porque la aleatoriedad del juego hace imposible que un sistema funcione a largo plazo, pero la realidad es que están allí y los jugadores los usan. Así que vamos a ver, entre otras cosas:
Lo primero que hay que hacer es distinguir entre un sistema de ruleta y una estrategia de ruleta. Aunque mucha gente crea que son lo mismo, no es así. Una estrategia es el planteamiento que haces antes de comenzar a jugar, con el objetivo de gestionar adecuadamente tus fondos de dinero real, divertirte el máximo tiempo posible y, si es factible, conseguir beneficios. La estrategia puede consistir sencillamente en contar con un tiempo límite para apostar, limitar tus fondos o no apostar más de un 10% de tu bankroll inicial.
Tu estrategia, eso sí, puede incluir el uso de un sistema de ruleta. Los sistemas de ruleta son métodos orientados a conseguir un beneficio económico siguiendo una serie de progresiones de apuestas en función de cómo se desarrolle el juego. A pesar de que se ha demostrado que no funcionan a largo plazo debido a la varianza de un juego aleatorio como la ruleta online.
La mayoría de sistemas de apuestas se basan en la necesidad de ajustar el tamaño de la apuesta después de una victoria o derrota. Este ajuste se basa en el resultado que se haya obtenido, y así podremos distinguir entre sistemas de progresión positiva y sistemas de progresión negativa.
Los sistemas de progresión positiva consisten en aumentar la cantidad de efectivo a apostar tras una victoria, y reducirla tras una derrota. A priori, parece una buena idea, considerando que es una de las máximas a aplicar cuando se habla de gestionar correctamente tus fondos. La idea detrás de estos sistemas es la de minimizar pérdidas ante una racha negativa.
Los sistemas de progresión negativa, por su parte, funcionan justo al revés, aumentando las apuestas tras derrota y disminuyéndolas tras una victoria. Esta es la idea que se halla detrás de un sistema muy popular como es el de la Martingala, pero no es uno que ayude a una óptima gestión de los fondos. Se basa en que, tarde o temprano, se conseguirá una victoria. Pero para que esto funcione hay que estar dispuesto a arriesgar una buena cantidad de efectivo.
La Martingala es tal vez el sistema más famoso y más utilizado de todos. Es un sistema de progresión negativa muy sencillo, y es el primero que suelen utilizar los jugadores cuando se deciden a emplear un sistema de ruleta. La Martingala consiste en apostar únicamente a suertes sencillas y doblar la apuesta en caso de derrota.
Así, si apuestas cinco euros al rojo y pierdes, en la siguiente ronda apostarás 10, también al rojo. Si vuelves a perder, apostarás 20, y así sucesivamente. La idea es que es muy improbable que aparezca lo mismo durante muchas tiradas, con lo que al final terminarías recuperando tu dinero con un ligero beneficio.
Por desgracia, los RNGs no entienden de épica, y es perfectamente posible que agotes tus fondos o llegues al límite de apuesta máxima sin haber podido recuperar tu dinero.
Se dice que este sistema está relacionado con la Teoría del Caos, e intenta aprovechar la creencia de que, a corto plazo, hay números que salen más que otros.
El sistema Andrucci es más complicado que la Martingala, y exige hacer un seguimiento de los números, observar cuáles se repiten más durante un periodo de tiempo determinado. Normalmente se analizan 36 giros de ruleta, y la idea es apostar precisamente a los que más veces hayan salido.
El sistema D'Alembert se considera el primer sistema diseñado específicamente para la ruleta. Es, como la Martingala, un sistema de progresión negativa. También se aplica únicamente a suertes sencillas, pero se diferencia de la Martingala en que la apuesta sube apenas una unidad cada vez que se pierde.
Así, si la apuesta mínima son cinco euros, los apuestas y pierdes, a la siguiente apostarás 10. Si pierdes otra vez, 15, luego 20, etc. En caso de victoria, se reduce la apuesta en una unidad, en vez de volver a empezar.
Este es un método flexible consistente en apostar a rojo o negro y a una columna, en una proporción de 3/2. Existen dos variantes. Una es apostando dos unidades a la segunda columna, y tres unidades al rojo. La otra consiste en apostar dos unidades a la tercera columna, y tres al negro.
La idea es que, mientras que la primera columna tiene seis números de cada color en la rueda, la segunda tiene ocho negros y cuatro rojos, y la tercera ocho rojos y cuatro negros. De ahí las dos opciones de apuesta con este sistema.